¿Se tiene conciencia de la necesidad de cuidarse los pies?
Es aconsejable realizarse una revisión al menos una vez al año. En el caso de personas diabéticas o con problemas circulatorios es recomendable que visiten al podólogo un mínimo de dos veces al año para evitar posibles complicaciones como, por ejemplo, las úlceras.
Los niños, como están en edad de crecimiento, pueden padecer pequeñas malformaciones en sus pies. Por eso, a partir de los 3 años hay que revisarlos periódicamente para que en la edad adultan tengan una marcha más estable.
¿Cuales son los problemas más comunes por los que se acude al podólogo?
En nuestro centro, nos encontramos gran variedad de problemas, que pueden ser tanto dérmicos como óseos y en cualquier rango de edad. Los casos más comunes son debidos a problemas dérmicos como callos, durezas, uñas encarnadas, verrugas plantares, dermatitis, micosis y onicomicosis. También tratamos problemas tendinosos y musculares como tendinitis, sobrecargas, fascitis y espolones, que podemos encontrar en población geriátrica con movilidades articulares limitadas o en deportistas cuyos músculos están más ejercitados debido al sobreentrenamiento.
Son frecuentes las visitas de los niños en edades tempranas, los padres cada vez están más concienciados de la importancia de un correcto desarrollo biomecánico en sus hijos y es importante solucionar cualquier pequeño problema cuando están en crecimiento para evitar que en un futuro deriven en dolencias en otros puntos del aparato locomotor como las rodillas y la espalda.
Hoy en día, son muchas las personas que como deporte se dedican a correr. ¿Deben tener un cuidado especial con sus pies?
Aunque hay personas muy entrenadas en diferentes disciplinas deportivas, actualmente, hay mucha gente iniciándose que no dispone de los conocimientos necesarios.
Es recomendable la realización de un estudio biomecánico de la pisada antes de iniciar la práctica deportiva, y por supuesto, visitar al podólogo si detectan alguna molestia o aparece algún problema. De esta forma, podremos analizar el origen de la dolencia, establecer el tratamiento necesario para cada caso y orientarle en la compra de calzado específico que requiere según morfología de su pie y la del deporte que practique. En muchas ocasiones, simplemente con la incorporación de unas plantillas a medida, se consigue evitar las molestias y mejorar el rendimiento deportivo. El podólogo es el especialista en la biomecánica del miembro inferior y de los pies, es el experto en el diagnóstico y tratamiento de todo tipo de afectaciones y deformidades en éstos, por lo que es importante acudir a clínicas especializadas para estas revisiones.
¿A partir de qué edad es conveniente llevar a un niño al podólogo?
La marcha, al igual que el habla, se aprende. No anda igual un bebé que acaba de iniciarse que un niño de 8-9 años. Al nacer, los niños tienen las piernas en forma de paréntesis, debido a la posición fetal, y los pies muy mullidos por el tejido adiposo. Conforme van creciendo, a los 2-3 años, las piernas van tomando una forma más recta y la huella de los pies va evolucionando. A los 7-8 años las rodillas adquieren un aspecto de paréntesis invertido, con las rodillas tocándose y los pies más separados, y la huella plantar adquiere un aspecto normal.
Si los padres observan que el niño no camina bien, se cae con mucha frecuencia, deforma el calzado o su huella no aparenta aspecto normal, deben acudir al podólogo para valorar la necesidad de soportes plantares que ayuden a su marcha.