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Los 10 errores más comunes en la higiene bucodental (y cómo evitarlos)

Mantener una buena salud bucodental va mucho más allá de cepillarse los dientes tres veces al día. Muchos pacientes llegan a consulta con problemas como caries, sensibilidad o inflamación de encías a pesar de tener hábitos aparentemente correctos.

La realidad es que existen errores frecuentes en la higiene oral que pueden pasar desapercibidos, pero que a largo plazo afectan tanto al aspecto como a la salud de la boca. En este artículo te contamos los 10 errores más comunes en la higiene bucodental y cómo puedes evitarlos para disfrutar de una sonrisa sana y duradera.

¿Cuáles son los errores más comunes en la higiene bucodental?

1. Cepillarse los dientes de forma incorrecta

Uno de los fallos más habituales es no usar la técnica de cepillado adecuada. Muchas personas aplican demasiada presión o realizan movimientos horizontales que pueden desgastar el esmalte y dañar las encías.

¿Cómo evitarlo? Cepíllate con movimientos suaves y circulares, inclinando el cepillo a 45º respecto a la línea de las encías. Dedica al menos dos minutos al cepillado, alcanzando todas las superficies dentales.

2. Usar un cepillo de dientes demasiado duro o viejo

Un cepillo con cerdas duras o desgastadas puede ser contraproducente. Además de no limpiar eficazmente, puede provocar retracción gingival o sensibilidad dental.

¿Cómo evitarlo? Utiliza un cepillo de dureza media o suave, y cámbialo cada tres meses o antes si notas que las cerdas están abiertas.

3. No limpiar la lengua

La lengua acumula una gran cantidad de bacterias que pueden causar mal aliento y recontaminación de los dientes después del cepillado.

¿Cómo evitarlo? Utiliza un limpiador lingual o el propio cepillo (si tiene superficie específica) para arrastrar los residuos desde la parte posterior hacia la punta.

4. Lavarse los dientes después de comer

Aunque parezca buena idea, cepillarse inmediatamente tras comer puede ser perjudicial, especialmente si has ingerido alimentos ácidos (frutas cítricas, refrescos, vinagre…). El esmalte se reblandece y el cepillado puede desgastarlo.

¿Cómo evitarlo? Espera al menos 20-30 minutos antes de cepillarte. Puedes enjuagarte con agua para equilibrar el pH bucal mientras tanto.

5. No usar hilo dental o cepillos interdentales

El cepillo no llega a todos los rincones. Si no utilizas hilo dental o cepillos interdentales, estás dejando placa bacteriana y restos de comida entre los dientes, lo que favorece las caries y la gingivitis.

¿Cómo evitarlo? Incorpora el uso de hilo dental al menos una vez al día, preferiblemente antes del cepillado nocturno.

6. Abusar del enjuague bucal o usarlo mal

El enjuague bucal no sustituye al cepillado. Además, usarlo en exceso o elegir uno inadecuado puede alterar el equilibrio natural de la flora oral.

¿Cómo evitarlo? Utiliza un colutorio sin alcohol y con flúor, una o dos veces al día, tras el cepillado. Consulta con tu dentista cuál es el más adecuado para ti.

7. Descuidar las encías

A menudo centramos la limpieza solo en los dientes, olvidando que las encías son igual de importantes. La acumulación de placa en el borde gingival puede derivar en gingivitis o periodontitis.

¿Cómo evitarlo? Limpia la línea de las encías con movimientos suaves, y presta atención a cualquier signo de sangrado o inflamación. Si lo hay, acude al dentista.

8. No visitar al dentista con regularidad

Muchos problemas dentales no presentan síntomas hasta que están avanzados, como las caries interdentales o la enfermedad periodontal.

¿Cómo evitarlo? Realiza una revisión dental cada seis o meses o al menos una vez al año. Una limpieza profesional elimina el sarro y la placa que el cepillado diario no puede eliminar.

9. Usar una pasta dental inadecuada

No todas las pastas dentales son iguales. Algunas pueden ser demasiado abrasivas, y otras no contener los ingredientes necesarios para tus necesidades específicas (como flúor, nitrato potásico o agentes antisarro).

¿Cómo evitarlo? Consulta con tu dentista qué tipo de pasta dental es la más adecuada según tu caso: sensibilidad, encías, ortodoncia, etc.

10. Olvidar la hidratación y la alimentación

La saliva es fundamental para mantener el equilibrio de la flora oral y neutralizar los ácidos. Si no bebes suficiente agua o consumes alimentos muy azucarados, aumentas el riesgo de caries y mal aliento.

¿Cómo evitarlo? Mantén una hidratación constante, evita bebidas azucaradas y apuesta por una alimentación rica en frutas, verduras y lácteos bajos en grasa.

Consecuencias de una mala higiene bucodental

Descuidar la higiene oral o cometer errores de forma habitual tiene consecuencias que van más allá de la estética. En primer lugar, aumenta el riesgo de caries, halitosis, sarro y sensibilidad dental. Con el tiempo, puede derivar en inflamación o sangrado de encías, retracción gingival e incluso pérdida de dientes.

Pero la salud bucodental no solo afecta a la boca. Numerosos estudios han demostrado su relación con problemas cardíacos, diabetes y complicaciones durante el embarazo. Las bacterias presentes en la placa dental pueden pasar al torrente sanguíneo, afectando al resto del organismo.

Por eso, mantener una buena higiene bucodental es una cuestión de salud general, no solo de estética. Cuidar tu boca es cuidar de ti.

Preguntas frecuentes sobre higiene bucodental

¿Cada cuánto debo cepillarme los dientes?

Lo ideal es hacerlo tres veces al día, especialmente después de las comidas principales. Sin embargo, lo más importante es hacerlo bien: con la técnica adecuada y durante al menos dos minutos.

¿Es necesario usar hilo dental?

Sí, el hilo dental o los cepillos interdentales son imprescindibles para eliminar la placa y los restos que se acumulan entre los dientes, donde el cepillo no llega.

¿Por qué me sangran las encías?

El sangrado suele ser un signo de gingivitis o inflamación causada por la acumulación de placa. No debe ignorarse, lo mejor es acudir al dentista para una limpieza profesional y una valoración.

¿Puedo usar enjuague bucal todos los días?

Depende del tipo de colutorio. Algunos son de uso diario, pero otros contienen componentes que pueden alterar la flora oral si se usan en exceso. Lo mejor es consultar con tu dentista cuál es el más adecuado para ti.

¿Cada cuánto tiempo debería hacerme una limpieza profesional?

En general, una vez al año es suficiente, aunque hay casos (fumadores, pacientes con ortodoncia o propensos al sarro) en los que conviene hacerla cada seis meses.

En Centro Médico Los Ángeles somos especialistas en salud bucodental y prevención. Nuestro equipo de odontólogos te ayudará a corregir hábitos, elegir los productos adecuados y mantener tu sonrisa sana y bonita durante todo el año.

Si notas sensibildiad, sangrado o hace tiempo que no acudes al dentista, es momento de actuar.

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